Hola. Soy Edmar.
La noche de ayer tuve un sueño.
Hoy desperté emocionado.
El orden de los eventos de anoche no están en orden cronológico, sino como recuerdos sueltos que pertenecieron a un mismo sueño, y como tal no siguen una estructura normal.
Primer recuerdo o capítulo.
Anoche, en medio de mi sueño conocí a David Hasselhoff. Fue en una casa pintada de amarillo, parecía que seguía en construcción. Yo iba caminando atrás de alguien a quien no recuerdo hasta que llegamos a una especie de sala improvisada donde ¡Oh sorpresa! David Hasselhoff platicaba y reía con sus amigos (seres creados por mi mente para entretener al honorable Sr. Hasselhoff mientras mi subconsciente se dignaba a presentarme con él). Recuerdo decirle algo así como:
-Hey! Mr. Hasselhoff can I take a picture with you?
Algo así, no importa. Nuestro encuentro siguió por gran parte del sueño mientras platicábamos de temas que no recuerdo. El chiste es que en mis sueños tengo un inglés bastante fluido, o eso creo.
No importa, David Hasselhoff y yo somos amigos.
Segundo recuerdo o capítulo.
Después de la fiesta con David "Don't Hassle with the Hoff" (got it?) Hasselhoff fui a un buffet de sushi en algo que se asemejaba bastante a un Sam's en la parte de los refrigeradores enormes con alimentos congelados. Quiero acordarme de más cosas, pero no puedo. Sólo recuerdo que ahí probé un niguiri celestial, además de que estaban como escondidos en un refrigerador un tanto separado del resto del buffet (al cual me llevó uno de los cocineros o meseros del lugar) eso le da varios puntos, era como mi pequeño tesoro de arroz y atún escondido. No recuerdo mi mesa o con quien iba. No recuerdo ni siquiera que otros platillos había. Es más, muy probablemente no era un buffet de sushi.
No importa, probé el mejor niguiri de mi vida.
Tercer recuerdo o capítulo.
Maté a alguien. Lo sé. ¿A quién? No recuerdo, pero si me acuerdo como.
Le arrebaté la pistola a algún maleante que me quería asaltar o asesinar. Era un revólver curioso. Negro, chiquito, pesaba (¿O no?), y el cañón era un tanto largo en comparación con el resto de la pistola. Le disparé dos veces (¿O tres? ¿O una?) el gatillo era suave. No creo haber hecho gran esfuerzo para matar esa creación mía. Algo sí recuerdo bien, al terminar de dispararle sonreí y le pregunté a aquel que estaba conmigo (que ahora que lo pienso creo que fue el mismo que me llevó con el Sr. Hasselhoff):
-¿Lo hice bien?
No importa, maté un hombre.
Cuarto recuerdo o capítulo
Al final del sueño hubo una especie de transformación hacia un buen sueño erótico. ¿Con quién? No recuerdo, creo que con una actriz o ¿Seguía en el buffet?
No importa, desperté antes de que algo pasara.
Edmar.
